sábado, 24 de julio de 2010

Etapa 3: SAMOS-ARZUA (18-8-09)

Total Km etapa: 110,84 km
Vel Max: 58,00 km/h
Vel Med: 15,60 km/h
Tiempo: 7:05: 45 h
Tiempo total: 08:00:00 h ( 7:30-17:30)


Comienza el día como todos,  despertándome a las 6 de la mañana y ya había salido gente, me preparo y coloco todo lo usado en las alforjas y comienza el pedaleo a las 7:30 y con ganas, ya que pensaba que lo mas duro del camino ya lo había realizado, pero no fue así, nada mas salir de Samos cogemos un camino frondoso por un bosque y la niebla nos envuelve, dándonos la frescura del amanecer húmedo de Galicia.



Llegamos hasta Teiguín y cogemos una pista a la derecha con continuas subidas y bajadas rompepiernas, mi rodilla se empieza a resentir cada vez mas, los km acumulados van haciendo mella, hacemos un alto en Sarriá para que descansara del dolor y aprovechamos para desayunar un café calentito.

Dejamos Sarriá atravesando el puente del rió Sarriá, a través del casco viejo y tras cruzar la vía del tren el camino se sumerge en un frondoso y precioso bosque de hayas, robles, pinos y castaños hasta llegar a Barbadelos y seguidamente a Rente.



Se alterna camino con muchos rompepiernas con algunas pistas asfaltadas y las famosas "corredoiras" que se salvan con la bici al hombro y saltando de piedra en piedra para evitar las corrientes de agua.

Llegamos a Ferreiros, seguidamente a Vilachá donde se divisan los típicos horreos con paredes de madera y campos inmensos de maizales.

El siguiente destino es Portomarín que se llega tras atravesar un gran puente sobre el río y una espectacular rampa de subida antes de la entrada al pueblo, donde el dolor de mi rodilla en esa subida llega a ser insoportable, casi sin poder dar pedales del dolor.



En el centro del pueblo mientras descanso con la pierna en alto para aliviar el dolor, nos comemos unos bocadillos para reponer fuerzas junto con la cervecita con limón que tan bien sienta.

Paco aprovecha para comprar una tarjeta para su cámara ya que la otra le daba problemas.

Después de almorzar, intento ponerme de pie para ir al wc y no puedo doblar la rodilla, el baño estaba en una especie de sótano por donde había que bajar unas escaleras y no podía bajarlas del dolor... esto me hacia presagiar lo peor, "el camino podia haberse acabado aquí"....

Voy al centro de Salud donde les comento lo que me sucedía en la rodilla y me dicen que puede ser tendinitis debido al sobreesfuerzo del camino, o una pequeña fisura de una antigua lesión aún con costra en la rodilla jugando al fútbol.



                                                                         Portomarin.

La solución que me daban es que habría que hacer placas y reposo absoluto, intentaban animarme diciéndome que el año que viene podría terminar el camino saliendo desde aquí y terminarlo en un par de días.

El mundo se me venia encima, estaba a menos de 120 km de llegar a Santiago de Compostela.

Finalmente decido ir a la farmacia a por una rodillera y la farmaceutica de Portomarín me dice que me de con radio salil, que ya me lo estaba dando, me tomara un ibuprofeno, y me pusiera la rodillera que me recomendó que a la vez que apretaba sostenia la rótula mediante unas cintas con velcro.

Me recomendó descansar media hora y darme un masaje una amiga suya fisioterapeuta y después de todo esto me dijo que si era creyente que rezara a Santiago para que me diera fuerzas para acabar el Camino.

El apoyo de Paco en todo momento fue de agradecer, no se separo de mi ni una sola vez y estubo siempre ahí animándome para no decaer.

Después de la media hora de reposo rezando al Santo y al cristo de Serradilla, me pongo en pie y monto en la bicicleta, parece que el dolor casi ha desaparecido y a medida que voy pedaleando y cogiendo temperatura desaparece por completo.

                                            Antonio,Maria; Juanra y Paco en el Alto del Cebreiro

Le recomiendo a Paco que valla el por delante e intente coger sito en el albergue de Melide donde teníamos intención de llegar ya que quedaban 60 km todavía y yo iría a un ritmo mas lento para no forzar.

Comienzo mi pedaleo a un ritmo constante sin forzar, la rodilla va perfecta casi sin dolor cosa que parecía milagrosa, de no poder casi ni andar a pedalear sin dificultad. Trabajaba mas con el cuadriceps de la pierna derecha y con la izquierda acompañaba al giro para no ir forzando.

Poco a poco iba consumiendo los km atravesando Toxibo, Gonzar donde decido evitar el camino para no castigar la rodilla e ir por asfalto hasta Palas del Rey donde descanso antes de llegar en unos bancos de piedra de granito.

Sale de la casa un señor muy amable ofreciéndome todo tipo de frutas frescas y agua cosa que agradezco y repongo el liquido de la botella de agua. Estuvimos charlando amigablemente durante 30 minutos que estubo contándome historias de su juventud y de la familia que tiene en Madrid.

Prosigo la marcha y y me encuentro con otros dos bicigrinos que andaban perdidos con un gps y
continuamos juntos los 3 el recorrido. Me comentan que tienen reservado albergue en Arzua, con lo que hago yo lo mismo; llamar al albergue y reservar para Paco y para mí.



Llego a la frontera de la provincia de A Coruña, tras cruzar el río Porto, seguidamente una calzada romana hasta Leboreiro y Melide; una vez alli Paco me estaba esperando, mis dos acompañantes Catalanes prosiguen camino hasta el Albergue.

Paco se preocupa por mi pierna y pregunta por ella a lo que se queda sorprendido de lo bien que estaba respondiendo.

Me dice que estaban todos los albergues ocupados a lo que le comento que a 15 km podemos ir a dormir que tengo hecho reserva para los dos, soltó una enorme sonrisa a lo cual me dijo " eres una makina¨.

Continuamos juntos hasta Arzua y antes de entrar se pasa, a través de un constante subir y bajar, por los valles de los rios Ribadeira e Iso, en este momento se une a nosotros en el camino José, que es de Barcelona, y continuar juntos hasta el albergue.



Pasamos por la Aldea de Castañeda, Ribadixo de Baixo y llegamos por fin a Arzua a tan solo 40 km de nuestra meta final "SANTIAGO DE COMPOSTELA".

Dejamos las bicis en un garaje que tenían destinado para tal fin, nos registramos en el, tras un pago de 8 €, este albergue llamado El Santísimo Apóstol, nos pareció un hotel de 5 estrellas en comparación con los sitios donde habíamos dormido.

Nos damos la ducha recomponedora, labamos la ropa y salimos a dar una vuelta por el pueblo y cenar, Santiago estaba a la vuelta de la esquina. Decido cambiar el mi billete de vuelta del Alsa para salir a las 21:30 de la noche e ir mas desahogado el día siguiente en vez de volver a las 13:45 como tenia previsto la hora de salida en un principio.


Después de la cena, estuvimos charlando los 3 un buen rato en unos acogedores sofás en una sala con tv que disponía el albergue y a las 23:00 nos acostamos. Paco dormía encima de mí y José a mi izquierda abajo.

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